A diario presentamos a nuestros clientes propuestas para hacer cosas diferentes en su negocio. Aunque no siempre sean de su agrado, conseguimos que muchas empresas aporten elementos diferenciadores a sus clientes. Nuestra mentalidad es clara: para sentirnos satisfechos de nuestro trabajo necesitamos que a nuestros clientes les vaya bien su negocio. Por este motivo llevamos a cabo estas sugerencias y propuestas, que muchas veces se quedan en el baúl de los recuerdos pero que otras muchas son implantadas y a lo largo del tiempo nuestro cliente acaba reconociendo han aportado un servicio de valor añadido a sus clientes. Es en ese momento cuando de verdad sentimos que nuestro trabajo ha sido beneficioso para todos.
Estas propuestas no reflejan siempre un beneficio económico directo, aunque muchas lo pueden representar de forma indirecta. Hoy queremos compartir con vosotros una de nuestras ideas a través de este blog. Nos centramos en el sector de la restauración, en el que hemos hecho llegar varias propuestas a nuestros clientes, unas más aceptadas y otras menos, pero todas ellas, desde nuestro punto de vista, aportan algo distinto.
No sabemos si esto que vamos a proponer lo tendrá implantado ya algún restaurante, pero a nosotros nos gustaría que fueran muchos los que en un futuro cercano lo tuvieran. No se trata de nada del otro mundo; nuestra idea es colocar uno o dos tablets a la entrada del restaurante en el que los clientes que lo deseen puedan ver la carta. Pero no verla de forma tradicional, si no que cuando sientan curiosidad por qué es un determinado plato o cómo está preparado puedan pinchar en él y ver un vídeo de su preparación en el restaurante o de su presentación final en la mesa. Ferrán Adrià dijo en una ocasión que la comida entra primero por los ojos, que están muy bien preparados para percibir las cosas deliciosas, así que, ¿por qué no comprobamos si es cierto?