Crear una tienda online es un proyecto complicado, que requiere de una serie de acciones concretas para conseguir que no acabe siendo un fracaso incluso antes de ponerla en marcha. Desde la planificación inicial hasta la ejecución de cada una de las acciones en el día a día de un e-commerce requieren una implicación máxima y una capacidad de análisis sobre lo que estamos haciendo.

Si empezamos la casa por los cimientos, a la hora de planificar la apertura de una tienda online hay que ser conscientes de que requiere una inversión importante, bien sea en tiempo propio o en dinero. El desarrollo de una plataforma es un punto a tener muy en cuenta, que se convierte en crucial si tenemos expectativas de ampliación a corto-medio plazo, ya que en ese caso tendremos que estudiar muy bien la escalabilidad de la solución elegida para que a la hora de crecer no tengamos que tirar a la basura todo el trabajo realizado y comenzar desde cero.

La plataforma sobre la que vender nuestros productos va a tener un coste, pero nunca podemos pensar que es el único desembolso que vamos a tener que llevar a cabo. De hecho si atendemos a la opinión de los especialistas, el desarrollo de la plataforma debería suponer entre el 20 y el 40% del presupuesto destinado a la puesta en marcha de la tienda. El porcentaje restante hay que dedicarlo a la parte fundamental y que muchas veces olvidamos: atraer visitantes que se conviertan en clientes. Y esta es la parte más complicada para cualquiera que se plantee crear una tienda online. Suponiendo que se ha realizado un estudio previo del mercado y se ha visto que existía una oportunidad en un nicho concreto, ahora es el momento de captar a esos potenciales clientes.

SEO, SEM, redes sociales, influencers, radio, prensa, televisión… Hay muchos medios para dar a conocer una tienda online, pero cada caso es diferente y lo que funciona a unos para otros puede ser la peor opción. No cabe duda que un estudio de la competencia nos va a indicar los primeros pasos que podemos dar a la hora de empezar a movernos, tanto online como offline. No hay que olvidar que un e-commerce puede promocionarse también lejos de Internet. Pero esto es sólo el inicio y lo que verdaderamente nos va a indicar dónde tenemos que concentrar nuestro esfuerzo/presupuesto va a ser la experiencia y la capacidad de analizar y extraer datos de cada una de las acciones que llevemos a cabo.

Si estáis pensando en crear una tienda online os recomendamos también la lectura de un post que escribimos hace poco tiempo en Una docena de… sobre «aspectos a tener en cuenta a la hora de abrir una tienda online». Os recomendamos reflexionar sobre cada uno de esos puntos y realizar todas las anotaciones que consideréis oportunas, para que a la hora de comenzar a desarrollar el proyecto, tengáis claras las necesidades y podáis planificar de una forma adecuada todo el proceso.

Por último, para que una tienda online siga funcionando hay que analizar día a día qué ocurre dentro de la web, cómo se comportan los clientes, por qué compran o no compran, cómo podemos conseguir que compren más, y un largo etcétera que marcarán la diferencia a la hora de aumentar los beneficios procedentes de nuestro e-commerce. Muchos propietarios de una tienda online que no funciona creen que la solución ponerse a cambiar cosas sin comprobar por qué no está funcionando, cuando lo verdaderamente importante es darse cuenta qué está fallando y a partir de ahí actuar de forma adecuada.