Hay millones de bloggers en Internet. Pero hay un sector en el cual las bloggers tienen una gran presencia: la moda. Las bloggers de moda están por todos sitios y si tienes un negocio en Internet en este sector seguro que alguna se ha puesto en contacto contigo para «venderte sus servicios». A priori está bien, ellas tienen un blog y pueden ayudarte a promocionar tu negocio en Internet. Pero en la práctica esto no es así. Y hablo desde la experiencia que me da el trabajo diario que en Social 4U llevamos a cabo con algunas marcas de moda como Lolita von Stoff, esyumi o Sweet Scandinavia.
Cuando tienes un negocio relacionado con la moda (pongamos por ejemplo una tienda online), te ves en la necesidad de buscar diferentes formas para promocionarla. A la hora de crear una estrategia de marketing online, la búsqueda de medios especializados para promocionar la tienda online es uno de los puntos a tratar. Y ahí está la capacidad del responsable de marketing de la tienda para diferenciar qué blogs pueden aportar beneficios para el negocio (siendo generoso voy a decir que menos de un 10% de todos los que hay) y cuáles no (la gran mayoría).
A la hora de pasar una primera criba, todos aquellos que no tengan un dominio propio (la mayoría de bloggers utiliza un blog de blogspot porque no tienen conocimientos para configurar nada más complejo) y tengan un correo de Hotmail, Gmail, Yahoo o similares van fuera (es posible que haya alguna blogger buena en este grupo). Alguien que no es capaz de gastarse entre 50 y 100€ al año en un dominio y un alojamiento para su blog, ¿qué puede ofrecer a una marca? Mi experiencia me dice que poco, básicamente espera que le hagas un regalo, publicarlo en su blog, conseguir una serie de «Me gusta» en Facebook y quizá te aporte unas decenas de visitas a tu página web.
Ahora bien, ¿quién tiene más culpa? ¿Estas blogueras o las marcas que regalan sus productos alimentándolas y haciendo que se crean buenas? La mayoría de las marcas que trabajan con bloggers de este tipo no tienen una persona detrás con conocimientos del tema y una o dos personas (los creadores de la marca) trabajan en todo lo que la marca hace. Luego vienen las sorpresas cuando, por ejemplo, regalan un producto y consiguen ningún tipo de repercusión.
Otro factor de criba importante es la calidad de contenidos en el blog. Hay muchas blogueras con miles de fans en Facebook con un blog dedicado sólo a publicar artículos sobre regalos que han recibido de las marcas y a sortear alguno de ellos para seguir aumentando su número de fans. Y te venden sus bondades de tener X mil fans pendientes de sus publicaciones. Las personas que llegan a leer un blog (si es que llegan al blog y no se quedan sólo en las publicaciones en el muro de Facebook) para participar en un sorteo/concurso pocas veces se van a interesar por tu marca y van a querer comprar luego nada. Simplemente buscan eso, la suerte de que un día pueda tocarles algo. Otro día haré un post sobre «cazasorteos de Facebook», una fauna amplia en este sector.
No quiero que se alargue mucho más este post. Obviamente hay bloggers de moda que tienen miles de seguidores reales detrás esperando la publicación del día siguiente, bien sea recomendando algún producto, hablando sobre algo que ha comprado o aportando ideas y sugerencias sobre algún tema concreto. Pero encontrar esas bloggers es más complicado y contactar con ellas y que quieran hablar de tus productos no será fácil. Probablemente tienen una agencia detrás o un agente que decide qué sale y qué no sale. Por supuesto que hay muchas más que podrán ayudarte a la hora de promocionar tu negocio y, dependiendo de lo que busques con la colaboración, unas se adaptarán mejor que otras. Pero hay que saber filtrar y tener claro qué se espera conseguir de la colaboración con una blogger. Después puede salir bien o mal, pero si antes no se filtra un poco, se mide la reputación y calidad del blog (algunas bloggers salen corriendo en cuanto les hablas de estadísticas o les preguntas si tienen nociones básicas de SEO o analítica web) y se engloba la colaboración dentro de la estrategia de marketing, con unos objetivos y con una evaluación posterior, que nadie se asuste o piense que ha tirado su tiempo y su dinero en colaboraciones de escasa calidad.