A veces parece que vender por Internet es sencillo y cualquiera podría hacerlo… sin embargo, si quieres tener éxito en tu tienda online y que genere los máximos beneficios hay que tener en cuenta que requiere un trabajo duro, constante y bien hecho. En este artículo te presentamos las 10 reglas de oro para que el comercio electrónico funcione.
1: Todo el tráfico que consigas no será suficiente.
Los responsables de un sitio de venta por Internet deben obsesionarse con la cantidad y la calidad de las visitas que reciben en su tienda online. Para tener éxito es obligatorio recibir muchos visitantes cualificados. Algunas de las acciones que se pueden llevar a cabo para conseguir este primer objetivo son el posicionamiento orgánico natural (SEO), las campañas de publicidad (SEM), la afiliación y la presencia en redes sociales.
2: Cuanto mayor sea la tasa de conversión, mayor será la calidad del tráfico conseguido.
Cuando contamos con un tráfico suficiente debemos medir qué porcentaje del tráfico compra, esta es la tasa de conversión. Algunos de los puntos sobre los que se puede trabajar para mejorar la conversión de un comercio online son: oferta, producto, precio, usabilidad, diseño, formas de pago y fiabilidad de la web.
3: Todo se puede probar y medir, hazlo.
Es necesario hacer test y pruebas, medir los resultados de cada cambio y analizar lo que funciona y lo que no. A veces se deben dejar de lado los prejuicios y dejar que los clientes decidan lo que está bien o mal. Probar, por ejemplo, una nueva usabilidad, funcionalidad, promociones o nuevos diseños y después medir los resultados puede ayudar a optimizar la tienda online.
4: Todo el tiempo que inviertas en generar más confianza en tus usuarios será muy importante.
En las tiendas online también es necesario hacer que los usuarios confíen en el vendedor, hay que proporcionar tranquilidad prestando especial atención a las formas de pago, al tratamiento de datos personales y a la forma de envío y sistema de devoluciones.
5: Comunicación con los clientes.
Es importante que la relación sea bidireccional, hay que proponerse mantener un contacto directo con los clientes para fortalecer la comunicación. Tener un número de teléfono visible en la web (a ser posible que no sea un 902) y otros sistemas como un chat o atención por redes sociales va a servir para que los usuarios entiendan mejor la filosofía de la empresa y se sientan más protegidos en su compra.
6: La web debe evolucionar.
Una tienda online nunca está terminada, siempre que podamos debemos incluir nuevos productos, servicios, nuevas formas de pago, etc. Atendiendo a las demandas de nuestros clientes sabremos en qué debemos mejorar y qué aspectos de la tienda online podemos optimizar. Toda inversión en diferenciarnos de la competencia va a ser uno de los mejores activos de nuestra web.
7: Fortalece tu oferta.
Conocer los productos y servicios que vendes, aunque la oferta sea reducida, es básico. Animar la web mediante servicios paquetizados y promociones esporádicas harán que los mismos productos, pero bien animados, luzcan de una forma diferente en tu tienda online.
8: Aportar un valor añadido.
Los servicios de valor añadido son muy valorados por nuestros clientes y pueden ser la clave para que los usuarios se decidan por nuestra tienda online y no por la de nuestra competencia. Existen diferentes características que pueden ayudarnos: recordatorios de compras, horarios de entrega pactados, etc.
9: Adáptate a tus clientes.
Los clientes deciden dónde comprar y son quienes mejor van a decidirnos lo que quieren y necesitan para confiar y comprar en nuestra tienda online. Estar atentos a sus comentarios y peticiones es más que importante, eso sí, siempre tenemos que estar preparados para el cambio y ser flexibles en todos los aspectos de nuestro negocio.
10: Comunicar las ventajas de nuestro proyecto siempre que podamos.
Si sabes que das un buen servicio, que vendes buenos productos, ¿por qué no contárselo a todo el mundo? Aprovecha todo lo que tenga que ver con el networking para dar a conocer tu e-commerce. No hay que tener miedo a que otros empresarios copien nuestro modelo de negocio ya que la forma de implementarlo seguramente no tenga nada que ver, aprovecha cualquier oportunidad para darte a conocer y contactar con nuevos clientes.