El posicionamiento es una de las cosas más importantes que una empresa tiene que tener en cuenta porque sirve para identificar a la marca, a los productos e incluso a las personas. El posicionamiento es lo que diferencia a una marca de otra y no todas las diferenciaciones en las marcas son significativas.
Un ejemplo de que no todas las diferencias sirven, por ejemplo el hotel Westin Stamford de Singapur se anuncia como el hotel más alto del mundo, pero para los turistas eso no es importante, otro ejemplo es un café soluble que dice que sus granos se han molido mediante un tratamiento único patentado… eso es irrelevante porque al final lo vas a disolver en agua….
Entonces el posicionamiento trata de diseñar una oferta e imagen empresarial para ocupar un lugar distinguible en la mente del público objetivo.
¿Cómo puede una marca diseñar su posicionamiento? Hay muchas formas de hacerlo, piense en su marca, en su producto o en su persona y encuentre la que más le conviene:
- Basándose en un atributo
- Basándose en los beneficioss.
- Basándose en su uso o aplicación.
- Basado en el usuario al que va destinado.
- Frente a la competencia.
- Basándose en una categoría de producto.
- Basándose en la calidad o en el precio.
Igual que elegir la forma de posicionarse es complicado, pensar cómo comunicar nuestro posicionamiento a los consumidores también lo es. Recordemos que el posicionamiento de una marca no es lo que la marca dice, sino lo que los potenciales clientes piensen de ella: el campo de batalla es la mente del consumidor, es ahí donde hay que trabajar.
¿Se han fijado en que los abrigos de piel «de buena calidad» están forrados con seda? Es porque muchas mujeres van a juzgar la calidad de la piel, a veces sin tener mucha idea, por la calidad del forro; al igual que un coche bueno tiene que tener un motor que haga mucho ruido para que transmita potencia, ¿no?
Así, un fabricante de coches que se preocupe de que las puertas cierren especialmente bien, porque es algo que las personas asociamos a la calidad de fabricación del coche, cambiando de sector, en repostería hay una marca repostería Martínez, que hace pastelitos, galletas, etc. y éstos tienen la fecha de caducidad cortísima porque no usan colorantes en sus productos, así pueden mantener una imagen de repostería tradicional o casera, con calidad y frescura en los productos.
Para comunicar calidad no siempre hay que asociar otro atributo del producto, hay más formas. Una manera de que la gente asocie el producto a su calidad es el precio, un precio elevado siempre se asocia a una mayor calidad en el producto. Imagine que quiere ir a un restaurante en una ciudad que es la primera vez que visita, que no conoce allí a nadie y que no tiene ninguna forma de consultar en Internet una recomendación, ¿vale? Está usted buscando un restaurante y ve una calle donde hay tres restaurante seguidos, y los tres tienen el típico cartel en la puerta con el menú del día y el precio. Usted va a pensar, aunque no quiera, en la calidad de cada restaurante por ese precio.
Por ejemplo, también hay productos que NUNCA JAMÁS están de oferta, porque eso dañaría su imagen de calidad… por ejemplo algunas marcas de leche.
Otra forma de transmitir calidad es por el envase, siempre vamos a tender a pensar que una cerveza que se distribuye sólo en vidrio es mejor que una que se distribuye también en latas.
Si estuviéramos en una buena época económica no se jugaría tanto con el precio y se trabajarían otros aspectos del marketing, pero hoy en día es muy importante. Básicamente hay que integrar el precio en la estrategia de marketing que está siguiendo, no puede poner un precio barato a un producto que intentas vender como exclusivo o de alta calidad, igual que no puedes dar un precio elevado a algo que quieres vender a un segmento de población con bajo poder adquisitivo, es sentido común.
Sin duda, si quiere atraer gente a su negocio, lo mejor es hacer promociones en las que regale «lo que sobra». Por ejemplo, si tiene una peluquería y ha contratado 5 chicas, pues regale un servicio o baje el precio, en las horas en las que tiene menos demanda, o si tiene una carnicería pon un 3×1 en los productos que llevan más tiempo, ese tipo de cosas es lo mejor para hacer promociones porque como hemos dicho, rebajar el precio influye en la percepción de la calidad de nuestros productos.