¿Qué no puede faltar en tu tienda online? Te lo cuento en este post, pero te aviso que es largo… aunque si de verdad quieres comprobar que tu e-commerce está en orden no te importará leerlo.
Productos. Es obvio que necesitas vender algo que tengas o que puedas conseguir en un tiempo razonable. Además de tener estos productos que vendes (perdonad la obviedad pero no sabéis la de gente que quiere una tienda online y no sabe ni qué va a vender) tienes que ser capaz de enseñarlos en tu escaparate, en la tienda online. Para ello mira los siguientes puntos.
Imagen de producto. Cada producto tiene que tener una o más imágenes (yo diría que 2 es el mínimo aceptable), incluso le podemos asociar un vídeo. Piensa que una de las principales barreras a la hora de comprar en una tienda online es que el cliente no acaba de imaginar el producto al 100%, pónselo fácil.
Descripción de producto. Totalmente imprescindible informar al usuario exactamente de las características, tamaño, peso, forma, color, características específicas en función del tipo de producto. Y lo más importante, conseguir que además de no dar lugar a equivocación, la descripción sea atractiva. Dile a tu futuro cliente por qué debe comprar este producto, qué ventajas tiene frente a otros, en qué situaciones podrá utilizarlo o consumirlo y por qué comprarlo le va a hacer más feliz que saltar a la siguiente página web.
Precio. Cada producto tiene el suyo, procura que siempre esté claro, que incluya los impuestos finales y que si excepcionalmente tienes un producto rebajado de precio el cliente lo sepa.
Categorías. El carácter imprescindible de este apartado depende del número de productos que tienes en tu tienda online. Si son menos de 10 puedes tener sólo una categoría, si tienes más productos tienes que encontrar una manera de diferenciar entre categorías: por tipo de producto, por precio, por novedad / temporada, por características del comprador, etc. Busca la categorización más útil para el comprador, no para ti. Por ejemplo, imagina que en tu tienda online vendes camisetas y en tu almacén las separas por colores. Para tu cliente, ¿será igual de útil si le ofreces una categorización por colores que si le ofreces una separación por camisetas de mujer / hombre / niño? Pues eso.
Carrito. La utilización del carrito viene desde la creación de las primeras tiendas online, simulando el carrito que usamos en los supermercados. En realidad podríamos modernizar este concepto pero el usuario no está preparado, si tu tienda no tiene carrito no lo entenderá. No pienses que tener un catálogo de productos con un mail para encargarlos es una tienda online, si funcionas así estás perdiendo muchas ventas.
El carrito tiene que tener una clara separación por líneas de los productos agregados: Imagen en miniatura, nombre del producto o referencia, características adicionales (talla / color), precio unitario, cantidad y precio total. Si tu cliente se está beneficiando de algún tipo de descuento éste debe reflejarse también en el carrito.
Formas de pago. Digo formas porque siempre es mejor que sean varias. En España lo que mejor funciona es el pago con tarjeta, normalmente implementado a través de un TPV. Sin embargo es mejor que ofrezcas alternativas como Paypal (algunos usuarios no quieren sacar su tarjeta cada vez que pagan), transferencia bancaria y contra reembolso. Estudia bien las comisiones que supone tener cada forma de pago y los tiempos de cobro real de cada una.
Formas de envío. Una vez más digo formas porque al cliente le encanta poder elegir; sí, ya ha elegido los productos que desea cuando llega a este punto, pero le gustará poder decidir si va a recibir el producto en su casa, si puede ir a recogerlo a tu tienda (aunque sea más improbable) o si puede ir a recogerlo a algún punto de recogida o tienda cercana a su domicilio.
Proveedor logístico. Cuando tienes una tienda online no puedes encargarte tú de distribuir los paquetes (salvo que tu tienda sólo sea válida en un entorno local), has de subcontratar este servicio. Elige bien un proveedor que te deje unos precios claros, que te asegure la mercancía y que ofrezca una buena atención al cliente y gestión de incidencias. Si tienes mucho volumen de pedidos tienes que asegurarte de que el proveedor logístico pueda integrarse en tu tienda online y facilitar la gestión de pedidos.
Gestión de stock. Cuando tienes varios productos en un catálogo online, se empiezan a gestionar pedidos, posibles devoluciones, etc. es tremendamente útil que puedas gestionar el stock y que se mueva en tiempo real en tu tienda online.
Diseño. El diseño es uno de los elementos que va a hacer que tus compradores decidan si te compran o no, van a decidir si se quedan mirando tus productos o no. Y junto al diseño van a ser si tus productos son modernos, atractivos, novedosos, clásicos, pobres, desastrosos o cutres. No dejes que un diseño poco cuidado distorsione la percepción sobre la calidad de tus productos.
Atención al cliente. Vale, las tiendas online no son exactamente una tienda física, no necesitas uno o varios dependientes, pero sí necesitas que personas puedan atender a los clientes en diferentes etapas de la compra: resolución de dudas, resolución de incidencias en los envíos, ofrecer garantía de los productos, resolución de devoluciones y/o cambios, etc. La atención al cliente será parte importantísima de tu tienda online y muchas veces su éxito depende de cómo planteas esta parte.
Confianza online. No me refiero exactamente al sello morado y verde de Confianza Online, me refiero a otros aspectos que hacen que la tienda sea suficientemente segura para compradores y para ti como vendedor. Asegúrate de cumplir todos los aspectos legales y transmitir este cumplimiento a tus potenciales clientes.
Propietario. Debe haberlo y debe ser relativamente sencillo encontrarlo. Dar esta información es uno de los factores que también potencia la confianza online.
Formas de contacto. Procura ofrecer diferentes formas de contacto y especifica claramente el horario de atención. Correo eletrónico, formulario en la web y teléfono (evita los números 902 por favor) son los más utilizados.
Hasta aquí lo imprescindible para poder decir «¿Tengo una tienda online!»
Visitas. Ventas. Opiniones de clientes. Si lo anterior te pareció mucho agárrate que vienen curvas. Las visitas no vienen solas, las ventas son difíciles de conseguir y que los clientes dejen buenas opiniones en tu web o en otras es un premio difícil de conseguir; pero no te desanimes, trabajar en una tienda online es algo realmente satisfactorio, un mundo repleto de posibilidades para aplicar innovación y conseguir el éxito que te mereces tras el trabajo duro.
¿Qué más no puede faltar en una tienda online? Cuéntanoslo en los comentarios